En México, de cada 100 niños que entran a 1° de primaria, solo 77 van a secundaria y 57 a bachillerato, donde termina solo el 50%. Menos del 40% de los niños de 6° en primaria indígena aprenden lo esperado. Uno de cada 5 docentes no se siente preparado para enseñar su materia y apenas la mitad ha recibido formación sobre técnicas didácticas. Solo 1% de los alumnos alcanza los niveles más altos (5 y 6) en ciencias, lectura y matemáticas, en la prueba de evaluación de calidad de la educación PISA, donde el país se ubica por debajo del promedio.

Los contenidos, diseñados para cada grado escolar, promueven el desarrollo de habilidades para la vida, la individualidad, el respeto a las diferencias y propician el rendimiento óptimo en cada alumno. La metodología vivencial y el trabajo en equipo fortalecen el clima positivo en el salón de clases. Estos aspectos en conjunto repercuten en la motivación hacia el estudio y en el rendimiento escolar. Más de 150,000 participantes de la comunidad escolar incluyendo a los padres, desde preescolar hasta bachillerato, han sido parte de este programa.